Buscando contactos en Perú, mi amiga Roser me recomendó conocer a Yuri, un chico de mi edad, la inquietud del cual le llevó a dedicar muchos años de su vida a luchar por un sueño; y lo ha conseguido: la Aldea Yanapai en Cuzco, Perú.
Yuri ha creado la Organización Social Aldea Yanapai, un espacio donde los chicos y chicas pueden acudir después de la escuela. Un espacio donde fomentar su creatividad, imaginación y socialización. Después de pasar unos días con ellos y una entrañable entrevista con Yuri, aquí recojo algunas de sus ideas.
Aldea Yanapai es una organización sin fines de lucro que lleva 6 años trabajando en Cuzco. Nació como una excusa de su fundador de sentir-se vivo, de seguir lo que él consideraba su misión en este mundo. Aunque físicamente, la organización nace hace 6 años, en su mente ya corría la idea cuando tenía 17.
"Voy a dejar de ser el típico idealista latinoamericano, con Che Guevara en mi brazo, e intentar cambiar las cosas de manera un poquito más inteligente, aprovechando los derechos y libertades con los que cuenta mi país; que sí existen, sólo hay que usarlas."
Y con 24 años empieza a desarrollar su idea.
"Para mí la palabra ayudar es bastante arrogante en un nivel, y bastante relativo... ¿quieren ayuda? ¿Necesitan ayuda? Dejar de mirar con ojos occidentales o de ciudad, y ha sido una investigación. La pobreza es relativa... muchas familias no invierten 60 soles en ir a una escuela mejor alegando que no tienen dinero, pero gastan 125 al mes, en televisión por cable".
A partir de esta investigación, Yuri no sabe cuál es el mejor sistema, o el mejor modelo de familia (si es que lo hay) pero si sabe lo que no es, porque los ha visto. No sabe cuál es el mejor padre pero seguro que no es aquél que consigue las cosas mediante manipular a sus hijos o golpear a su mujer. Y a partir de este análisis y concepción, explica que los niños y niñas que atienden no están divididos ni clasificados por su falta de dinero. Es un problema considerar que todo lo soluciona el dinero. Son seres humanos, que de alguna forma tienen o sienten algún tipo de inestabilidad. En su familia, en su sociedad, en sus escuelas... La mayoría provienen de escuelas públicas, teniendo Perú una de las peores educaciones públicas de Sudamérica en los últimos 5 años. Algunos no tienen ni un libro en casa, o sus padres no han terminado la escuela y no saben cómo enseñarles, o pasan las tardes en la calle porque los padres tienen que trabajar, etc. Yanapai les ofrece algunos puntos que son clave:
Ofrecer un lugar seguro.
Ayudarles con las tareas de la escuela.
Reforzar su alimentación.
Reforzar su autoestima.
Etc.
Todo eso se puede comprobar y hacer estadísticas... pero a Yuri no le bastaba con eso. Sigue habiendo ejemplos de un padre que pega a una mujer, en una casa de un millón de dólares o en una choza... quería ir más allá y luchar por esos anti-valores que tiene la sociedad.
El día a día
Empezó él sólo, como un proyecto personal, trabajando sin nada a cambio, gastando su dinero... probando si le gustaba dedicarse a ello. Poco a poco fue armando el proyecto, creando una pedagogía entorno a él, etc. Se trata de un servicio "extraescolar" que funciona de 3 a 7 de la tarde.
De 3 a 5, se dedica a arte y expresión, ludoteca, tutoría y refuerzo (intentando que sea un tutor para cada alumno) y biblioteca para hacer las tareas.
A las 5, se reúnen todos en el círculo de expresión; el motor del proyecto. Los más pequeños, de 4 y 5 años, ya aprenden aquí que la comunicación es muy importante (saber escuchar, saber expresarse, etc.). Se habla de todo, de alcoholismo, violencia, drogadicción... con el objetivo de crear responsabilidad en estos chicos, de que en el futuro, ellos puedan ser distintos.
De 5:30 a 6:40, se agrupan por edades, en lo que se llaman familias. Allá se trabajan diferentes culturas, para entender y respetar a los otros. Además de clases de inglés, ecología, jardín,... Pero se combina con música, teatro y danza... fomentado a la vez la parte creativa y la imaginación.
Al final, se les da una merienda.
Todos los viernes, desde el inicio del proyecto, se hace una fiesta. Se reúnen todos (unas 100 personas) y se presentan shows preparados alrededor del tema trabajado durante la semana. Una manera de aprender globalmente, primero con los compañeros de tu edad y después globalmente.
En estos momentos, el proyecto se encuentra en una fase consolidada en búsqueda de reproducir el modelo, reconociendo sus limitaciones, en otras áreas donde pueda ser de interés. Cuenta con un restaurant en Cuzco y un albergue de jóvenes, para viajeros y para voluntarios que quieran participar, con el fin de financiar el proyecto.
Puedes conocer un poco más de su historia o si te apetece colaborar, a través de página web: